Si alguna banda me demostró que literalmente existe un colapso de contradicciones, ya sea en lo lírico, en lo musical e incluso en la orientación musical, dicha banda fue; es y siempre será Meshuggah. Una banda sueca, nacida en un pueblito llamado Umeå, en donde lo más parecido a hacer otra cosa que no sea sudar la casaca para beneficio de un patrón, era hacer música. Y como los Meshuggah necesitaban exteriorizar sus frustraciones, enojos y rabia contenida, decidieron juntarse y grabar un disco al que originalmente llamaron "(All This Because Of) Greed" (algo así como "todo esto es por codicia") pero que finalmente devino en "Contradictions Collapse", el disco que todos conocemos como el debut de Meshuggah. Disco que este año, precisamente el día internacional del trabajador, cumple nada más ni nada menos que treinta años.
Si, tres décadas de un disco que al principio para muchos, fue un disco más, de una banda más. Otro disco thrashero, de otra banda thrashera. Y todo por el tupá tupá que marca el arranque del disco, de la mano de "Paralyzing Ignorance", un tema que de movida arranca... raro. Raro para la época. Raro para el género. Simplemente raro. Cadencia jazzera pero rabiosa, distorsionada, violenta. Y que luego de un machaque, deviene en un thrash hecho y derecho. Primero a medio tiempo y luego a tiempo completo y a toda velocidad. Según los eruditos en la materia, el debut de Meshuggah no se trataba de otra cosa más que de un híbrido entre tres subgéneros del palo: el antes mencionado thrash metal, el metal progresivo y el no muy bien visto metal alternativo. Este último quizás por la época. Epoca de grunge y reinvención del metal y del thrash metal en particular. Lo cierto es que "Contradictions Collapse" es un híbrido, un hermoso experimento, estamos de acuerdo, pero muy personal. Al momento, y con mis cuarenta y dos años, puedo dar fe: hasta ese momento, no había banda que sonara como Meshuggah. Era como si el dial de nuestra radio favorita de metal se cruzara con una de jazz, pero sonando armoniosa y sincopadamente al mismo tiempo.
Donde mejor definiría al debut de los suecos es en "Erroneous Manipulation", segundo track del disco. Un tema que aparenta ser uno más del montón, pero que tiene una dirección increíble, unos matices grandiosos y un groove nunca antes escuchado. En el track en cuestión es donde más se luce el baterista Tomas Haake, uno de los miembros fundadores de Meshuggah y a su vez, uno de los músicos más idolatrados y respetados tras los parches, además ideólogo del Drumkit From Hell, The Metal Foundry y Metalheads, expansiones de las aclamadas aplicaciones de audio EZ Drummer y Superior Drummer de Toontrack, grabados en Dugout Studio por el mismísimo Tomas Haake, el ingeniero Daniel Bergstrand (In Flames, Meshuggah), Mattias Eklund (Toontrack) y el recientemente reincorporado Fredrik Thordendal, guitarrista y miembro fundador de Meshuggah. Si, por si no lo sabían, Fredrik se reincorporó a la banda después de un impasse en el que se supone que compuso o grabó (o las dos cosas juntas) su segundo disco solista.
Volviendo al disco, seguimos con “Abnegating Cecity”, un thrash metal progresivo que desde el arranque no da respiro, atraviesa distintos tempos y en el cual nos encontramos lo que para muchos es el origen del djent, esa técnica de palm muting trabado que luego muchos (muchísimos) copiaron e incluso llamaron y siguen llamando subgénero. No, gente. El djent es una técnica de guitarra. No un subgénero musical. En lo sucesivo, una vez que nos damos cuenta, comenzamos a escuchar cada vez más djent en el disco. Quizás no tanto (o no tan definido) como en los discos que suceden a “Contradictions Collapse”.
En “Internal Evidence”, seguimos evidenciando el potencial y técnica de la banda. Incluso, siendo el cuarto track del disco, confirmamos lo que veníamos pensando desde el comienzo del disco: qué raro toca Fredrik Thordendal! No mal. Sino raro. Sus solos juegan con notas que caen perfecto en el tema, pero uno no entiende cómo. Es como si tocara en reversa pero con la particularidad que las notas caen donde tienen que caer. Resulta muy interesante escuchar al guitarrista, sobre todo en los solos, muy jazzeros incluso.
Llega “Qualms Of Reality” y con éste, nuevamente confirmamos otra teoría: “Contradictions Collapse” es una suerte de “... And Justice For All” de Metallica pero más violento y progresivo. No una copia, claro. Sino un modelo a seguir. Modelo que quedó plasmado únicamente en el debut de los suecos. Es recién en este tema que los Meshuggah bajan unos cuantos cambios. Promediando el tema, aparecen guitarras acústicas, súper limpias, y un Tomas Hakke que descansa un poco, reposándose sobre el aro de su redoblante, mientras Thordendal se despacha con un emotivo solo de tintes jazzeros pero mucho más redondo que los que venía haciendo. Es recién después de este bello paisaje que la banda da lugar a uno de los momentos más rápidos y agresivos de toda su carrera. Un gran cambio de clima.
“We'll Never See the Day” es otro Señor Thrash (progresivo siempre). De hecho es, junto con “Erroneous Manipulation”, de lo más gustoso del disco. Sin desmerecer al resto, claro. Es muy difícil quedarse con un tema de este registro discográfico. Algunos tienen más ingredientes. Algunos tienen más climas, más paisajes. Realmente todos tienen lo suyo. En todos, sobresale la precisión y la calidad de los músicos.
Aunque si nos tenemos que detener en la precisión, creo que el premio mayor se lo lleva “Greed”, antepenúltimo tema del álbum. Tema que incluye uno de los solos más rápidos de Thordendal, no solo del disco sino incluso de toda su carrera.
Llegando al final, nos encontramos con “Choirs of Devastation”, a mi parecer el mejor tema del disco. No porque sea instrumental (aunque en las estrofas, hay una voz hablada que queda siempre en el fondo). Entonces por qué me parece el mejor tema del disco? Porque tiene todos los condimentos de una obra maestra. Una intro grandiosa, con un tenue solo de guitarra armonizado apoyado sobre un arpegio a base de guitarra acústica, un arranque que delinea perfectamente lo que se viene, un machaque y una base que Meshuggah adoptará en lo sucesivo, más guitarras armonizadas (muy raro en los suecos) y un final que termina dándole forma a modo de desenlace a un arranque que durante todo el tema fue marcando el camino. Con tan solo cuatro minutos de duración (“Choirs of Devastation” es el tema más corto del disco), la banda muestra perfectamente su propuesta e incluso da a conocer lo que seguirá haciendo a lo largo de los años.
Para el final, llega “Cadaverous Mastication”, el tema más largo del disco, acusando poco más de siete minutos y medio. A mi parecer, el cierre perfecto para un disco que aunque no es tan logrado como sus trabajos posteriores, definitivamente vale la pena escuchar. Por qué cierre perfecto? Porque hace las veces de resumen del disco, conteniendo absolutamente todos los ingredientes dentro del mismo. Y por qué “Contradictions Collapse” no me parece un disco tan logrado en relación a sus sucesores? Porque si bien el sonido es perfecto para la época, para un debut discográfico y para una banda que en ese entonces era la nada misma, es a partir del EP “None” de 1994, es decir su trabajo posterior, que la banda decide encarar nuevos caminos, atravesando territorios nunca antes explorados. Y es a partir de este momento que la banda logra todo lo que se propone. Y más también. E incluso sorprende. Y al día de hoy, no deja de sorprender.