Corría el viernes 29 de octubre de 2021 y los liderados por el carismático y siempre odiado y amado Fred Durst anunciaron la salida de su ¿esperado? sexto disco de estudio para el 31 de octubre. Es decir dos días después y en un día nada común para el lanzamiento de nuevos registros (es decir un domingo en vez de un viernes). Boom.
Por qué "¿esperado?" y no "esperado". Justamente por este motivo. Porque nadie se lo veía venir. O mejor dicho, se viene esperando un nuevo trabajo discográfico de Limp Bizkit, es decir el sucesor de "Gold Cobra", desde 2012. Momento en el que anunciaron con bombos y platillos que su esperado nuevo disco se titularía "Stampede of the Disco Elephants". Se acuerdan? Después se corrió para 2014, momento en el que la banda dejó Cash Money Records, su sello en ese entonces. A partir de ese momento, el álbum permaneció en desarrollo durante años sin una fecha de lanzamiento confirmada. El guitarrista Wes Borland ya había terminado de componer y grabar las guitarras del disco, pero a fines de 2017 declaró que su coequiper Fred Durst todavía estaba trabajando en sus partes. En julio de 2017, Durst afirmó en Instagram que el álbum ya había estado disponible online durante un año y medio en la plataforma Soulseek, pero Borland refutó esto diciendo que "no se de qué está hablando" Fred Durst. Borland reiteró nuevamente el progreso de la banda en noviembre de 2018. Los cuatro temas que se habían editado a modo de single entre 2012 y 2014, es decir "Lightz (City of Angels)"; "Ready To Go" con Lil Wayne; "Thieves" (cover de Ministry) y "Endless Slaughter", finalmente se eliminaron del disco. En la edición 2021 del mítico festival Lollapalooza, llevado a cabo en Chicago en julio pasado, la banda terminó su set con un tema llamado "Dad Vibes", que Durst adelantó que formaría parte del próximo disco. Además de esto, una pista de hip hop llamada "Turn It Up, Bitch!" según DJ Lethal, se ha utilizado como salida para los shows en Chicago y Wallingford, y en este último se anunció que sería la cuarta pista del nuevo álbum.
Listo el background y parte de la histeria historia en torno al disco. Ahora vamos a lo que realmente nos compete: el disco en sí mismo. La apertura de la mano de "Out Of Style" nos transporta automática e inmediatamente a 1999. Un genial riff saltarín y, creo yo, muy difícil de reproducir en vivo a cargo de un Borland en llamas y un Durst rapeando como en las mejores épocas, aunque bastante melódico por momentos. Le sigue "Dirty Rotten Bizkit", otro gran momento del disco. Y eso que recién empieza. En este punto, definitivamente aterrizamos con un DeLorean DMC en 1999. Con tan solo 03:01 de duración, el tema nos transporta por distintos momentos de la carrera de Limp Bizkit, aunque nunca por "Three Dollar Bill, Y'all$", el debut de la banda, crudo y rabioso por donde se lo escuche. Llega el turno del ya conocido "Dad Vibes". Un tema que al principio parecía más un interludio entre tema y tema, pero que al escucharlo en su versión final en el disco, resulta ser un tema más. Y bastante pegadizo. Un tema en el que Durst ironiza sobre su rol de padre a los 51 años de edad, rapeando calmadamente pero siempre con groove. Si. Fred Durst tiene 51 años de edad. Le sucede el antes mencionado "Turn It Up, Bitch!", un hip hop con contrabajo sampleado al mejor estilo House Of Pain o Cypress Hill, donde Durst rapea a más no poder sobre el regreso de la banda en particular y el nü metal en general. Y es recién ahora donde el disco se calma un momento de la mano de "Don't Change" de INXS, un tema que recuerda levemente a Oasis y a la versión de "Behind Blue Eyes" de The Who, incluída en "Results May Vary" (2003). Sigue "You Bring Out the Worst in Me", tema que nos retrotrae a "Significant Other" a primera escucha, al menos al principio, y en donde Fred Durst saca a relucir por primera vez en el disco su rabia, gritos mediante como en sus mejores épocas, aunque para la ocasión apoyado en distintos efectos de distorsión. Le sigue otro gran momento del disco, "Love The Hate", en donde Durst se autoflagela en formato de insulto, junto con otra voz que también lo denefestra, siempre en plan irónico, claro. Este sí es más un interludio que un tema con sus casi dos minutos de duración. Llega "Barnacle", un tema en perfecto plan Stone Temple Pilots donde nuevamente el frontman muestra su enojo, pudriendo su voz durante unos instantes. Díganme si la melodía cantada del estribillo no les recuerda a "Sex Type Thing" de STP. Con "Empty Hole" llega el segundo momento desenchufado del disco. Un tema que parece estar de más y en donde Durst se luce tras el micófono, pero que al durar también menos de dos minutos, se deja escuchar, más con los acordes acústicos de Borland, que llenan en todo momento. "Pill Popper" llega para levantar un poco el clima reinante, esta vez en plan industrial, y nuevamente con un Durst que explota en el estribillo, siempre respaldado por distorsiones y efectos varios. Le sigue "Snacky Poo", el tema más largo del disco con sus 04:11 de duración. Un hip hop super fiel al Limp Bizkit de "Significant Other". Y el plan unplugged vuelve una vez más de la mano de "Goodbye", último track del disco, siendo el tercer tema "desenchufado" de un disco que reúne doce tracks en casi treinta y dos minutos de duración.
Para el curioso que llegó hasta este punto de la reseña sin haber escuchado el disco, así como aquel que me ha preguntado por otras redes y canales qué opino del disco, mi respuesta es que si te considerás un hardcore fan de Limp Bizkit o incluso un simpatizante de la banda, lo escuches sin miedo. Te vas a encontrar con un Fred Durst un poco más apagado que de costumbre (de nuevo, estamos hablando de un hombre de familia de 51 años de edad y no de un jóven rebelde de 29, que pedía romper todo en "Break Stuff") pero con el mismo groove de siempre. Un Wes Borland IMPLACABLE tras las seis cuerdas. Un John Otto que cumple como siempre (si bien forma parte de los créditos del disco, en vivo lo está reemplazando Brandon Pertzborn, baterista de Black Flag y Marilyn Manson, entre otras, ya que supuestamente Otto estaría en rehabilitación, así no haya trascendido oficialmente). Un Sam Rivers sólido en estudio, pero de desmejorada apariencia física, teóricamente producto de una disfunción hepática por excesos con el alcohol (incluso fue transplantado recientemente). Y un DJ Lethal activo como siempre. "Still Sucks" cuenta con grandes momentos (empezando por los primeros dos temas), así como con canciones que quizás estén de más. Pero en media hora (la duración promedio de los temas no alcanza los tres minutos) se pueden escuchar sin ningún inconveniente.
Semejante espera para un disco de media hora? Tómalo o déjalo. La cuestión es que Limp Bizkit volvió al ruedo después de un gran letargo para demostrar que el nü metal sigue más vivo que nunca. Y que siguen haciéndote mover cualquier extremidad del cuerpo con el mismo beat que escuchamos hace poco más de veinte años atrás. Te guste o no.
Setlist:
01. Out of Style (03:22)
02. Dirty Rotten Bizkit (03:01)
03. Dad Vibes (02:12)
04. Turn It Up, Bitch (02:20)
05. Don't Change (cover de INXS) (02:55)
06. You Bring Out the Worst in Me (03:12)
07. Love the Hate (01:56)
08. Barnacle (01:55)
09. Empty Hole (01:52)
10. Pill Popper (02:24)
11. Snacky Poo (04:11)
12. Goodbye (02:35)
Duración: 31min 55seg
martes, 9 de noviembre de 2021
Limp Bizkit - "Still Sucks" (2021)
(click en la imagen para agrandar)
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