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domingo, 19 de julio de 2015

Opeth - Groove (sábado 18 de julio de 2015)




Hace unos cuantos años atrás, jamás hubiera imaginado que una banda como Opeth visitaría nuestros pagos. Nunca pensaron e incluso dijeron "estos no van a venir nunca"? Afortunadamente, me equivoqué. Y bien fiero. Los oriundos de Estocolmo (más un uruguayo) nos volvieron a mostrar lo que mejor saben hacer por tercera vez en su ya vasta trayectoria. Para ser preciso, la primera visita fue el viernes 3 de abril de 2009 en The End, a escasas cuatro cuadras de distancia de El Teatro de Flores, donde los liderados por Mikael Åkerfeldt se presentaron por segunda vez en Argentina el sábado 31 de marzo de 2012.

Ante un Groove a un casi 70% de ocupación, los locales Presto Vivace aparecieron en escena, específicamente a las 19:20 hs, es decir veinte minutos después de la apertura de puertas. De las tres presentaciones de Opeth en Argentina, los Presto abrieron el show en las últimas dos. Impresionante, como siempre, la labor de Marcelo Pérez Schneider en bajo, uno de los bajistas más completos y versátiles de la escena local. El resto de la banda, impecable también. Pero Schneider se lleva todos los premios. Al término del set, de media hora de duración, le llegó el turno a los quilmeños de Arthois, banda elegida por el público a través de una votación llevada a cabo por la productora de turno. A los chicos, que hicieron lo suyo también por lapso de media hora - de 20:00 a 20:30 -  no los favoreció mucho el sonido. La voz podrida de Pablo Godoy no se entendió nunca (salvo en el último tema del set, "Domination" de Pantera, en donde subió como invitado un amigo de la banda, también en voz) y una de las guitarras al principio brilló por su ausencia, aunque más tarde apareció pero en menor medida.

A las 21:00, cuando las luces se fueron atenuando y "Through Pain To Heaven" de Popol Vuh comenzó a sonar, dando inicio al show, los cinco protagonistas de la noche se mostraron en escena: el frontman Mikael Åkerfeldt, el bajista Martín Méndez, el baterista Martin Axenrot, el guitarrista Fredrik Åkesson y el tecladista Joakim Svalberg, ex-Yngwie Malmsteen y sucesor de Per Wiberg. El set abrió de la mano de "Eternal Rains Will Come" y "Cusp Of Eternity", primeros dos tracks de "Pale Communion", último disco de estudio de Opeth, y siguió, sin anestesia mediante, el gran "The Leper Affinity" de "Blackwater Park", uno de los discos más importantes no solo de la carrera de los suecos sino además del mundo del Metal en general. Con decir que el setlist fue algo sumamente grandioso, me quedo corto. Y por qué grandioso? Porque salvo por tres de los doce temas que la banda ejecutó el día de ayer, Opeth hizo un tema de cada uno de sus once registros de estudio, a excepción de "Orchid", disco debut de los suecos. Fueron entonces tres de "Pale Communion" y luego uno del antes mencionado "Blackwater Park"; otro de "Damnation"; otro de "Deliverance"; otro de "Ghost Reveries", otro de "Heritage"; otro de "Morningrise"; otro de "My Arms, Your Hearse"; otro de "Still Life" y finalmente otro de "Watershed". Doce temas dispersos en dos horas de show. Y para colmo, con el mejor sonido habido y por haber.

Algunas de las distintas particularidades/curiosidades/anécdotas de la noche: que Mikael Åkerfeldt y Joakim Svalberg le hayan cantado la versión sueca del feliz cumpleaños a Fredrik Åkesson, quien cumplió cuarenta y tres años ayer mismo, luego que el público presente le dedique la versión mundialmente conocida. Que Åkerfeldt presente un tema de "Morningrise", no sin antes aclarar que el nombre del disco no hace referencia a las erecciones matutinas. Que el charrúa Martín Mendez se apodere del micrófono cuando la gente gritó "uruguayo, uruguayo" para agradecer a la audiencia argentina, y que termine su breve speech con un uruguayísimo "vamos arriba". Que Åkerfeldt se haya quedado momentáneamente sin púas luego de haberse entretenido tirándolas al público. Que Åkerfeldt, luego de escuchar el reiterado pedido de "Ghost Of Perdition" por parte de la gente, haya prometido tocarlo en el marco de su próxima visita. Que Åkerfeldt niegue cada pedido por parte del público y que explique que si cambiaran el setlist, los músicos se confundirían y consecuentemente se desmayarían. Como verán, en prácticamente todos los momentos de la noche, Åkerfeldt demostró ser un frontman hecho y derecho, un gran entretenedor. Siempre oscuro, irónico e incluso sarcástico. Aunque no demostró sarcasmo ni ironía cuando agradeció al público argentino, declarándole su amor a su manera, con un tibio; certero y efectivo "we love you". Por el lado de su performance, el sueco había declarado a fines de 2011 que no podía seguir desarrollándose como cantante en la medida que siga pudriendo su voz. No obstante, durante más de medio set, se pudieron degustar sus impecables grunts, demostrando que todavía puede hacerlo. Ni hablar de su voz limpia, una de las mejores y más perfectas de la escena.

Un show soberbio, para el recuerdo, que nos encantaría volver a disfrutar en el corto plazo. De preferencia, con "Ghost Of Perdition" formando parte de la lista de temas.


Setlist:

01. Eternal Rains Will Come
02. Cusp Of Eternity
03. The Leper Affinity
04. The Moor
05. Advent
06. Elysian Woes
07. To Rid The Disease
08. The Devil's Orchard
09. April Ethereal
10. Heir Apparent
11. The Grand Conjuration
12. Deliverance







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